C/Andreu Feliu 20
07010 Palma, Mallorca
cepifac@gmail.com

Las familias de hoy tenemos el desafío de enfrentar un problema que nos tomó por sorpresa, “El uso de la comunicación en las redes sociales”. Comunicarse con otras personas es una necesidad fundamental para los seres humanos, sin embargo, conectarse a una red digital no significa comunicarse. Muchas familias cristianas están atrapadas en un mar de información que reciben y emiten diariamente, información que puede ser verdadera o resultar falsa, pero que casi nadie se detiene a verificarla en su autenticidad y solo la retrasmiten; recibimos más información de la que podemos procesar: noticias, anuncios, blogs, tuits, fotos, fragmentos de entrevista, música, juegos, chats, mensajes cortos, etc.[1]

No todo el lenguaje escrito, pictográfico y visual que se utiliza en los medios, es de carácter moral, también circula inmoralidad, la información que se  intercambia en la gran mayoría de los casos es inútil y trivial, pero ha llegado a ser adictiva, generando una sobre exposición a las redes, trastocando las formas de entretenimiento y hasta los modos de relación, aunque muchos no lo consideran un problema; si perciben que algo está mal, pero no piensan que sea muy grave. y por lo mismo, hacen muy poco o nada por combatir y enfrentar este fenómeno del desarrollo.

Ciertamente, los avances de la ciencia y la tecnología han hecho la vida mejor para la familia y la sociedad, pero tenemos que advertir varios peligros, estadísticamente se ha demostrado que uno de los problemas que propicia la desintegración de la familia, es el mal uso de la comunicación digital, las relaciones personales han sido desplazadas por la adicción a las redes sociales y este fenómeno propicia un alejamiento de las personas cercanas al mismo tiempo que fomenta relaciones a distancia, incluso con personas desconocidas, es contradictorio, estamos ocupados, pero aburridos, llenos, pero vacíos, conectados, pero más solos que cualquier otra generación en la historia.

La historia nos enseña que la comunicación en el mundo cambió desde que en el año 1492 se descubrió un nuevo mundo, ya para el año 1733 los británicos habían formado las trece colonias en Estados Unidos de América y, tanto España como Portugal, habían colonizado casi todo el nuevo continente, esto propició la migración masiva de miles de familias que dejaban en Europa a familiares, amistades y personas con quienes era imperativo comunicarse, pero la única forma de hacerlo, era mediante el experimentado servicio de correo postal de Inglaterra, que fue establecido en 1635 y que sería replicado en los Estados Unidos en 1735, pero el tiempo aproximado que transcurría entre la escritura de una misiva  y la entrega de la misma, era de casi seis meses, ¿Se imagina?, esperar casi un año para tener de retorno una respuesta.

Hoy el mundo experimenta un nuevo cambio en la forma en que nos comunicamos, en este tiempo en que nos toca vivir, la respuesta a cualquier comunicación electrónica se recibe en segundos, tenemos ante nosotros herramientas muy poderosas que podrían aportar grandes beneficios a la predicación del evangelio y el establecimiento del reino de los cielos, pero, lamentablemente, muy pocas familias alcanzan a discernir esta oportunidad.

El evangelio de Lucas, en el capítulo 12, nos refiere un símil de este problema, vemos a Jesús hablándole a la multitud entre los que estaban los religiosos, infiriendo que ellos sabían muchas cosas, que podían interpretar los aspectos del cielo, pero la mayoría de ellos no podía discernir el tiempo que les tocó vivir.

(Lucas 12:54-56)

(54)  Jesús también dijo a la gente: «Cuando ustedes ven que las nubes se levantan por occidente, dicen que va a llover, y así sucede.

(55)  y cuando el viento sopla del sur, dicen que va a hacer calor, y lo hace.

(56) ¡Hipócritas! Si saben interpretar tan bien el aspecto del cielo y de la tierra, ¿cómo es que no saben interpretar el tiempo en que viven?[2]

Algo parecido sucede con nuestra generación, estamos llenos de innovación, de tecnología de conocimiento, de habilidades, de herramientas, pero ¡que Lastima! que no podemos discernir el tiempo que nos toca vivir, por lo que se refiere a las comunicaciones, porque este fenómeno está cambiando el modo como procesamos la información, como nos relacionamos con la gente, como nos vemos a nosotros mismos y posiblemente lo que creemos acerca de Dios.

¿Se imagina usted, si el apóstol Pablo hubiese tenido acceso al correo electrónico, si sus epístolas (cartas) en lugar de escribirlas con una caña de junco o con una pluma de ave sobre un pergamino de piel de cordero, utilizando tinta elaborada con carbón, goma y agua[3] hubiese podido utilizar la poderosa herramienta que es el internet?,  ¿Si en lugar de esperar meses y quizás años a que sus destinatarios recibieran la epístola mediante un emisario, se hubiera entregado en segundos?, o ¿Que habrían logrado comunicar los escritores bíblicos si hubieran podido utilizar: Twitter, Facebook, Instagram, LinkedIn, Vine  o WhatsApp  y entregar sus mensajes en milisegundos?  no lo podemos imaginar, no fue en su tiempo.

Porque este es el tiempo de nuestra sociedad y la familia debe ser el punto de partida para redireccionar el uso de las comunicaciones entre los miembros que la componen, es obligado reflexionar en que un uso inadecuado de la red nos atrapa, (finalmente es una red) y no solo distorsiona las relaciones familiares y sociales, sino que las puede romper, para los especialistas en sociología y antropología de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, las redes sociales  tienen un efecto contradictorio en las relaciones humanas, porque se considera “Amigo” a personas que no se conocen, porque cuanto más nos centramos en nosotros mismos, menos satisfechos estamos y porque cuanto más nos adentramos al consumismo, más vacíos nos sentimos[4].

La familia, como base de la sociedad y de la iglesia tiene el compromiso de enfrentar la envestida de un mundo que cambió y cambia con una velocidad impresionante, tal y como lo predijo el profeta Daniel, no terminamos de entender una tecnología cuando ya salió otra nueva, el acceso a la comunicación digital se ha aumentado y facilitado tanto que ahora se logra desde un teléfono móvil y la familia ocupa muchas horas de su tiempo utilizando su dispositivo y casi sufre un ataque de pánico si alguna vez lo olvida en casa o en la oficina.

(Daniel 12:4) Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.[5]

Las familias de hoy no podemos evadirnos de estos adelantos, por el contrario, tenemos que entender este avance y aplicarlo de modo que contribuya al  establecimiento del reino de los cielos, sacar el mejor provecho de la tecnología es todo un reto para las familias, pero no es una tarea simple, nos obliga a ser prudentes, a manejarlas con responsabilidad y limites, considerando siempre el Temor de Jehová como el principio de toda nuestra sabiduría, es imperativo quitar no solo la inmoralidad, sensualidad y falsedad de nuestras publicaciones sino la trivialidad de todas nuestras conversaciones.

Podemos dar los primeros pasos ante este reto, adoptando y ejecutando algunas acciones sencillas que cambiarán el uso de nuestra comunicación digital.

  1. Determina cuanto tiempo destinas al uso de las redes sociales, hay personas que lo último que ven, antes de acostarse y lo primero que ven al despertar, es su teléfono celular, si es el caso, necesitas recortar ese tiempo.
  2. Establece un horario para checar tu información y responderla, determina una hora para conectarte a la red, para encender tus dispositivos y también para apagarlos, finalmente tu comunicación, si es “muy urgente”, no tendrá que esperar meses o años para recibirla o entregarla como sucedía en siglo XVII, cuando mucho, esperará unas horas.
  3. Cada miembro de la familia debe tener y permitir el acceso a la información que publican o reciben los demás en sus dispositivos y plataformas, mutuamente deben vigilar y revisar el contenido de lo que circula en sus perfiles, porque la exposición colectiva es muy útil para corregir cualquier desviación de alguno de los miembros.
  4. Establece una regla para determinar a qué edad los miembros más pequeños de la familia (Niños) pueden tener acceso a las redes para utilizarlas.
  5. Elimina de las publicaciones que emites o recibes, toda inmoralidad, sensualidad, trivialidad y mentira, comienza a publicar información que sea útil, que represente a tus valores morales, éticos y a los principios espirituales del reino de los cielos que forman tu vida.
  6. Siempre que puedas, utiliza el contacto personal para comunicarte y solo en los casos en los que la distancia lo impide, usa los medios electrónicos.
  7. No utilices tus dispositivos cuando estás participando del culto al Señor, cuando estés comiendo, cuando estés conduciendo un vehículo o cuando estás hablando con una persona.
  8. No creas todo lo que se publica en las redes sociales, si no puedes verificarlo no lo difundas, no utilices esa información para denostar, injuriar, insultar o descalificar a ninguna persona
  9. Utiliza esas herramientas para mostrar tu fe y tus valores, publicando aquello que describe quién eres, que piensas y cuanto conoces de Dios.
  10. Descarga en tus dispositivos la App, Biblia electrónica YouVersion 2019, inscríbete a algún devocional diario, memoriza y reflexiona en el Texto del Dia sugerido.

El mismo profeta Daniel recibió del Señor la siguiente promesa:

(Daniel 12:3)

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad[6].

 Este es un mensaje de esperanza y consuelo que el Señor le entregó al profeta, un mensaje que fortalecería a los creyentes futuros, por esta razón, Daniel habría de cerrar las palabras y sellar el libro, no en el sentido de guardarlas secretas, sino para preservarlas hasta que se necesiten, guardándolas para los creyentes futuros que buscarían una palabra de Dios, en contraste con muchos que correrán de un lado para otro viendo cómo se incrementará el conocimiento; entre esos creyentes futuros, estamos las familias cristianas de hoy.

Podemos seguir al Señor y darle el primer lugar en nuestras vidas, aunque estamos en un mundo obsesionado con las “selfis” debemos recordar siempre que fuimos creados para más, mucho más, no fuimos creados para la tierra sino para la eternidad, no fuimos creados para ganar seguidores y medir nuestra popularidad, sino para seguir a Cristo.

En la oración de Jesucristo al Padre Celestial, del evangelio de Juan, capítulo 17. Jesús, estaba viendo el tiempo que nos tocaría vivir. El señor está intercediendo por sus discípulos y también por los que creeríamos al mensaje de ellos.

(Juan 17:15) No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal[7].

 De una manera implícita nos advierte que tenemos que afrontar los desafíos de un mundo que corre, vuela, se acelera, que quiere imbuirnos en esa dinámica, pero que, con la intervención divina, podemos ser guardarnos de ese mal.

Este es un buen momento para retomar el control de la manera en que usamos la comunicación digital, de poner a la tecnología en el lugar que le corresponde, de aprovechar las herramientas asombrosas que tenemos a nuestro alcance y de cuidar la integridad de cada miembro de nuestras familias, sin importar si es el más pequeño o es la cabeza del hogar.

Notas Bibliográficas

[1] Luchas. Craig Groeschel. Pág. 11

[2] Biblia Dios Habla Hoy, versión Latinoamericana. 1996

[3] Evidencia que exige un veredicto, Mc Dowell Josh. Pag.30-31

[4] https://www.iis.unam.mx/blog/twitter-el-uso-de-las-redes-sociales-en-la-comunicacion.

[5] Biblia Reina Valera versión 1960

[6] Biblia Reina Valera versión 1960

[7] Biblia Reina Valera versión 1960

Autor:

Lic. Iván Manuel García Gómez

Pastor de la Iglesia: Dios Integrando la familia de Ecatepec, Estado de México

Bachiller en Biblia del Seminario Teológico Ana Sanders

L.A.E. Universidad Nacional Autónoma de México

Director general de la empresa. Quantum Medical Group, S.A. de C.V.

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
3 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Hector José Lozano Marquez
Hector José Lozano Marquez
4 years ago

Hola, mi comentario es que debemos aprovechar la oportunidad de comunicarnos, cara a cara, y reflexionar cuando publiquemos hacia la red… se dicen muchas cosas no muy acertadas, incluso cosas que no son ciertas…. apreciemos el valor de poder comunicarnos directamente, sobre todo en la familia…. como persona de antes, yo acostu.bro decir los mensajes importantes o personales, en persona y mis puntos de vista acerca de algo, de manera corta sencilla y clara, bueno en eso me esfuerzo. En esto creo…. Saludos

adminCepifac
adminCepifac
4 years ago

Totalmente de acuerdo. Hector.
Saludos a la familia.

Samuel
Samuel
4 years ago

Interesante artículo. Lástima que lo lean y comenten pocas personas. Parece que la gente huye de publicaciones que no puedan leer, ver u oír en unos pocos segundos. Vamos muy deprisa y no tenemos tiempo para reflexionar. Y si va contra nuestras costumbres o nos pica la moral, mucho menos. Sigamos con los selfies y la exhibición pública de nuestras vidas en las redes, que eso sí que mola.

3
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x