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Violencia Intrafamiliar Por Raúl Armando De La O, Joel Muñoz Balderas y et. al.

Introducción

Aunque la violencia intrafamiliar es todavía un tema poco estudiado y atendido, es también un asunto que empieza a abrirse paso y a ganar legitimidad en el ámbito académico y en las instituciones de atención a la familia como objeto de estudio y acción.

En la familia, institución básica de la organización social, se manifiestan formas muy variadas de violencia. Por ejemplo, ya desde los juegos infantiles observamos que aparece la anulación de la voluntad como forma privilegiada de resolver conflictos, conducta además estimulada por la televisión y otros medios de comunicación.

La violencia intrafamiliar tiene carácter cíclico y generalmente es progresiva, por lo que resulta muy difícil modificar los patrones de relación si no existe atención profesional y ayuda especializada para el trato de esta problemática, aún cuando la víctima o incluso el agresor deseen detener la violencia.

Este tipo de violencia no es resultado de casos inexplicables de conducta desviada o patológica, por el contrario, es una práctica aprendida, consciente, orientada y mucho más común de lo que quisiéramos. La violencia intrafamiliar es producto de una sociedad estructurada sobre la base de la inequidad, es el resultado de relaciones desiguales de poder y es ejercida por los que se sienten con más derechos a intimidar y controlar.

Al interior de la familia, las desigualdades producidas por el género y la edad son las principales determinantes de las relaciones violentas que allí se construyen. Por lo tanto, el uso de la violencia contra las personas con menos poder dentro del ámbito familiar es no sólo uno de los medios por los cuales se controla y oprime, sino también una de las expresiones más brutales y explícitas de la dominación y subordinación.

Este modelo de poder y dominio[1], generador de prácticas cotidianas de violencia intrafamiliar, atraviesa todas las clases sociales, niveles educativos, grupos étnicos y sectores.

Dentro del amplio terreno de la violencia intrafamiliar, en el presente trabajo enfocaremos nuestra atención al maltrato infantil. 

Definición

¿Qué es violencia intrafamiliar?

Laviolencia intrafamiliares:«…aquel acto de poder recurrente, intencional y cíclico, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente cualquier miembro de la familia dentro o fuera del domicilio familiar…»

¿Qué es el maltrato infantil y cómo se manifiesta?

 La UNICEF considera como menores víctimas de maltrato y abandonoa aquél segmento de la población conformado por niños, niñas y jóvenes hasta los 18 años que «sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales».[2]

También se concibe al maltrato y violencia intrafamiliar como: «la expresión de una disfunción en el sistema padres-niño-ambiente-cultura»[3]

Clasificación del Maltrato Infantil.

Existen diferentes tipos de maltrato, definidos de múltiples formas, nosotros hemos seleccionado la clasificación que hace la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia, España: [4]

*          Maltrato físico: Acción no accidental de algún adulto que provoca daño físico o enfermedad en el niño, o que le coloca en grave riesgo de padecerlo como consecuencia de alguna negligencia intencionada.

*          Abandono físico: Situación en que las necesidades físicas básicas del menor, (alimentación, higiene, seguridad, atención médica, vestido, educación, vigilancia…), no son atendidas adecuadamente por ningún adulto del grupo que convive con él.

*          Abuso sexual: Cualquier clase de placer sexual con un niño por parte de un adulto desde una posición de poder o autoridad. No es necesario que exista un contacto físico (en forma de penetración o tocamientos) para considerar que existe abuso sino que puede utilizarse al niño como objeto de estimulación sexual, se incluye aquí el incesto, la violación, la vejación sexual (tocamiento/manoseo a un niño con o sin ropa, alentar, forzar o permitir a un niño que toque de manera inapropiada al adulto) y el abuso sexual sin contacto físico (seducción verbal, solicitud indecente, exposición de órganos sexuales a un niño para obtener gratificación sexual, realización del acto sexual en presencia de un menor, masturbación en presencia de un niño, pornografía…)

*          Maltrato emocional: Conductas de los padres/madres o cuidadores tales como insultos, rechazos, amenazas, humillaciones, desprecios, burlas, críticas, aislamiento, atemorización que causen o puedan causar deterioro en el desarrollo emocional, social o intelectual del niño.

*          Abandono emocional: Situación en la que el niño no recibe el afecto, la estimulación, el apoyo y protección necesarios en cada estadio de su evolución y que inhibe su desarrollo óptimo. Existe una falta de respuesta por parte de los padres/madres o cuidadores a las expresiones emocionales del niño (llanto, sonrisa,…) o a sus intentos de aproximación o interacción.

*          Síndrome de Münchhausen por poderes: Los padres/madres cuidadores someten al niño a continuas exploraciones médicas, suministro de medicamentos o ingresos hospitalarios, alegando síntomas ficticios o generados de manera activa por el adulto (por ejemplo mediante la administración de sustancias al niño).

*          Maltrato institucional: Se entiende por malos tratos institucionales cualquier legislación, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos o bien derivada de la actuación individual del profesional que comporte abuso, negligencia, detrimento de la salud, la seguridad, el estado emocional, el bienestar físico, la correcta maduración o que viole los derechos básicos del niño y/o la infancia.

 Caracterización del maltrato infantil

Un grupo importante de padres que maltrata o abusa de sus hijos han padecido en su infancia falta de afecto y maltrato. Esto suele asociarse a una insuficiente maduración psicológica para asumir el rol de crianza, inseguridad y perspectivas o expectativas que no se ajustan a lo que es de esperaren cada etapa evolutiva de sus hijos. Como señala Kempe, estas características psicológicas en lospadres, son un importante potencial de maltrato. De tal forma que «cualquier pequeño hecho de la vida cotidiana, todo comportamiento del niño que se considere irritante, si encuentra a su progenitor en situación de crisis, con escasas defensas anímicas y con dificultades para requerir apoyo externo, pueden desatar la violencia.»[5]A manera de resumen podemos decir que los factores que la mayoría de los autores relacionan con el maltrato son:

  • La repetición de una generación a otra de una pauta de hechos violentos, negligencia o privación física o emocional por parte de sus padres.
  • El niño es considerado indigno de ser amado o es desagradable, en tanto las percepciones que los padres tienen de sus hijos no se adecuan a la realidad de lo que los niños son, además, consideran que el castigo físico es un método apropiado para «corregirlos» y llevarlos a un punto mas cercano a sus expectativas.
  • Es más probable que los malos tratos tengan lugar en momentos de crisis. Esto se asocia con el hecho de que muchos padres mal tratantes tienen escasa capacidad de adaptarse a la vida adulta.
  • En el momento conflictivo no hay líneas de comunicación con las fuentes externas de las que podrían recibir apoyo. En general estos padres tienen dificultades para pedir ayuda a otras personas. Tienden a aislarse y carecen de amigos o personas de confianza.[6]
 

FACTORES DE RIESGO[7]:

En los padres: En los niños: Socioculturales y económicos:
·      Trastornos psicopatológicos

·      Maltratados de niños

·      Relaciones parentales violentas

·      Madres maltratadas por sus maridos

·      Escasa dedicación al niño por exceso de vida social

·      Baja autoestima

·      Tendencia a la actuación en lugar del uso de la palabra

·      Alcoholismo y drogadicción

·     No deseados

·     De familias numerosas

·     Menores de tres años

·     Prematuros o de bajo peso al nacer

·     Con llanto especial

·     Nacidos en períodos de crisis

·     Nacidos de embarazos problemáticos

·     Retrasados mentales

·     Con fracaso escolar

·     Con malformaciones

·      Pobreza

·      Vivienda inadecuada

·      Desocupación

·      Aislamiento social

·               Promiscuidad y prostitución

·      Delincuencia

 

 

Prevalencia

La prevalencia significativa de la violencia intrafamiliar constituye un serio problema de salud, un obstáculo oculto para el desarrollo socioeconómico, y una violación flagrante a los derechos humanos.

En relación con el impacto de la violencia en la salud, la violación y violencia doméstica aparecen como una causa significativa de discapacidad y muerte en mujeres en edad reproductiva. En el caso de los niños, este impacto se refleja en los siguientes indicadores:

  1. Magulladuras o hematomas que aparecen en el rostro, los labios o la boca, en zonas extensas del torso, la espalda y los muslos. Suelen estar en diferentes etapas de cicatrización, fruto de repetidas agresiones, o tienen formas anormales o presentan la forma del objeto con el que se ha producido la agresión.
  2. Quemaduras en periné, genitales y nalgas; en extremidades (simétricas o en espejo), de cigarrillo.
  3. Mordeduras, alopecia traumática.
  4. Torceduras o dislocaciones.
  5. Fracturas de nariz o mandíbula o en espiral de los huesos largos.
  6. Cortes o pinchazos.
  7. Lesiones internas, hematomas subdurales, asfixia y ahogamiento.

En muchas ocasiones no aparecen este tipo de señales y sin embargo existe el maltrato físico.

Al atentar contra el potencial humano, la violencia intrafamiliar limita la incorporación de las personas que la viven a los procesos de desarrollo social, político y económico. Esta situación perpetua la injusticia y la discriminación al negárseles el acceso igualitario a los recursos de la sociedad, a la vez que les impide contribuir plenamente a los procesos de desarrollo social.

La violencia intrafamiliar implica además una restricción a la libertad, la dignidad y el libre movimiento, y a la vez una violación directa a la integridad de la persona. Muchos de los tipos de violencia intrafamiliar son de hecho formas de tortura, de encarcelamiento en la casa, de terrorismo sexual o de esclavitud.

Desde esta perspectiva, la violencia intrafamiliar representa una violación a los derechos humanos de las personas afectadas[8].

Pensamos que la violencia intrafamiliar no debe ser considerada como actos aislados dentro del ámbito de lo privado y sí un problema social. Tampoco acostumbrarnos a la percepción de que los actos de violencia son hechos normales dentro de las dinámicas de la familia, es decir que la practica de la violencia es un acto legítimo.

Propuesta

A continuación, se presentan algunas propuestas de acción con una intención para todas aquellas personas que deseen contribuir a la restauración del infante maltratado. Estas medidas pueden ser implementadas por los individuos en distintos grados y niveles ya sea en su calidad de representantes de instituciones no gubernamentales y gubernamentales o como simples particulares.

  1. Concientizar a la sociedad sobre la importancia de detectar, prevenir y sancionar ejemplarmente -y también de manera oportuna- las diversas manifestaciones de maltrato infantil.
  2. Implementar una política de prevención, orientada a modificar criterios culturales de pautas de crianza violentas, profundamente arraigadas en nuestra sociedad.
  3. Fomentar como prioridad de la sociedad la protección al niño.
  4. Transmitir valores trascendentes: amor, misericordia, perdón y justicia mediante el ejemplo.
  5. Detener el proceso de muerte acelerado en que están inmersos los niños maltratados: violencia, rechazo, odio, vicio, enfermedad y dar paso a un proceso de vida: paz, salud, identidad, dignidad, seguridad y esperanza.
  6. Buscar que los niños maltratados recuperen su autoestima, valores e infancia.
  7. Capacitar a los educadores y a todos aquellos funcionarios que por su trabajo tienen relación con los niños agredidos.
  8. Asegurar un modelo de protección integral a los niños maltratados que permita, al mismo tiempo, el trabajo con la familia.
  9. Garantizar la permanencia de los niños maltratos fuera del foco de agresión, de preferencia con un miembro de la familia extendida, evitando, en lo posible, la ruptura definitiva de los vínculos que mantienen los niños con su núcleo familiar.
  10.  Resituar a los menores en un nuevo orden ético y moral.
  11. Asegurar mecanismos de denuncia eficientes y de fácil acceso para los violentados, dar atribuciones a los funcionarios para actuar tan rápido como la situación lo requiera.
  12. Proteger a los menores y sancionar a los agresores por medio del proceso judicial correspondiente.
  13. Reconocer los derechos de los niños maltratados como parte de suproceso de rehabilitación.
  14. Apoyar a los niños víctima del maltrato mediante tratamientos terapéuticos en su reinserción familiar, escolar y social.
  15. Plantear estrategias orientadas al tratamiento de familias disfuncionales que busquen resolver los conflictos familiares y su forma de funcionamiento.
  16. Mejorar la capacidad de los adultos para enfrentar los conflictos, con otros métodos que no impliquen agresión.
  17. Educar para la justicia, trabajar el concepto de justicia como virtud máxima que puede ser enseñada.
  18. Desarrollar proyectos familiares que impliquen un plan de vida en común en el que se establezcan metas y prioridades para su logro.
  19. Establecer escuelas para padres, caracterizadas por una pedagogía abierta en donde se participe con el educando; no en una enseñanza vertical, sino inductiva y abierta.
  20. Analizar juntamente con las familias sus necesidades y de ahí derivar sus deberes.
  21. Desarrollar empresas familiares como una nueva forma de pacto económico y colectivo, que modifique las estructuras actuales a través de un trabajo y remuneración que dignifique a la familia y sustente sus necesidades básicas.

 Noas:

[1]Martha Torres Falcon. “La parte visible del iceberg una aproximación a la violencia intrafamiliar“. En: Espacios familiares: Ambitos de sobrevivencia y solidaridad,, Investigación sobre la familia y fenómenos sociales insertos en México, Sistema integral para el desarrollo de la familia,1997.

[2]UNICEF, «Maltrato infantil: propuestas de acción», Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 1999.

[3]De Paul, 1988, UNICEF, «Maltrato infantil: propuestas de acción», Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 1999.

[4]López, Juan José, Maltrato Infantil, España,Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia,1996: http://www.um.es/~facpsi/maltrato/

[5]Gloria Adriana  y Castro Pacheco, “Síndrome del Niño Maltratado“ 25/sep/1995. Facultad de Médicna UNAM. Internado Médico Programa AFINES

[6]Ibidem

[7]Lic. Raquel Ferrari, ferrari@intergaleno.com, Psicología Interg@leno-Córdoba

[8]Larrin Soledad y Teresa Rodríguez, “Origenes y control de la violencia doméstica contra la mujer” . En: Género. Mujer y salud en las Américas, Washington D.C.. Organización Panamericana de la salud Publicación científica No. 54, Desarrollo, 1993.

Autores:  

Raúl Armando De La O. Máster en Psicopatología y Salud, Biólogo. Licenciado en Educación Teológica. Director General del Centre Pedagògic per a la Integració Familiar A. C.

Joel Muñoz Balderas. Asesor de Organizaciones Comunitarias en «Child Fund» México. (www.childfundmexico.org.mx)

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