Buenas tardes a todas y todos, me siento muy honrado en compartir este panel con mis queridos hermanos aquí presentes y con el hecho de participar en la presentación de esta obra de mi amigo y compañero de ministerio el Mtro. Y Pastor Raúl de la O. A continuación, hago una brevísima semblanza de los casi 29 años de trabajo y colaboración junto al autor del libro que estamos presentando.

Raúl de la O, además de ser un Asociado Fundador, ha sido uno de los pilares de Prosigue-Programa Niños de la Calle A.C. Desde el inicio de sus actividades en 1990, Raúl ha sido un colaborador incansable de la institución, en la que comenzó como “Educador de Calle”. (Educador de Calle es la persona con la que comienza la labor de ministerio integral de Prosigue y su labor es hacer contacto con los antes mal llamados “niños de la calle”, para desarrollar un vínculo afectivo y generar un proceso de rescate desde lo sociofamiliar, individual y espiritual)

Paralelo a esta función, que le permitió conocer de primera mano la dura realidad de vida de estos infanto-adolescentes, Raúl se dio a la tarea de desarrollar y transmitir a los colaboradores, una serie de reflexiones y valores filosóficos, teológicos y humanísticos, los cuales le permitieron a la institución, sentar bases sólidas, no solo en su metodología educativa de trabajo, sino en la concepción ética y mística que ha seguido.

Su influencia y aportación para el ministerio de Prosigue, no solo impregno y afecto la vida de los niños y niñas, sino la de los colaboradores, los cuales encontraron en las enseñanzas de Raúl de la O, guías metodológicas y fundamentos ético-espirituales para sustentar y orientar su práctica, misión y acción con las personas en grave exclusión social, con los que la institución ha interactuado y apoyado, a lo largo de casi 3 décadas de existencia.

Su contribución como Asociado Fundador y como Presidente del Consejo Directivo, cargo que ocupó durante varios años, han permitido a la asociación caminar asertivamente este largo trecho de 28 años a favor de los grupos mayormente vulnerabilizados de la sociedad mexicana, como son los niños, niñas y jóvenes, pertenecientes a las poblaciones callejeras y los niños y niñas en riesgo de la ciudad de México.

EL REINO AL REVES EN PINCELADAS es el título de la obra, que, con sus 23 pinceladas maestras, desde mi punto de vista, y con la debida promoción, está destinada a convertirse en un referente y una guía de espiritualidad, para los creyentes en nuestras iglesias, los estudiantes de teología de cualquier denominación y por supuesto para las iglesias que quieran comprometerse con una Misión que sea más Misión, más Integral y más Humana.

Al final de la introducción el autor nos dice que “El Reino al Revés, solo lo puedes ver con ojos de niño” y que “el Reino al Revés…es volverse un niño y servir a los demás”.  

Tomo esta pincelada, alusiva a los niños y niñas, para realizar mi comentario. “Es al revés, porque es de los Infantes” (cap.3)

 Mateo 18:1-6 “En aquellos tiempos los discípulos vinieron a Jesús, Diciendo: ¿Quién es el mayor en el Reino de los Cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellosy dijo: De cierto os digo, que, si no os volvéis y os hacéis como niños, no entrareis en el Reino de los Cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el Reino de los Cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezara alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar”.

 Nos dice el autor que Jesús nos ha dejado a los niños como ilustración y compromiso para vivir una profunda relación con Dios. En este capítulo encontramos a un grupo de personas-discípulos que están a punto de ver derrumbados sus paradigmas, ideas y conceptos de lo que es la autoridad, el liderazgo, el servicio, la niñez o la infancia. Y todo porque están siendo instruidos acerca del Reino que funciona AL REVES. Permítanme detenerme aquí para traer a colación una reflexión de la sociología, antes de seguir adelante con los planteamientos del capítulo 3 de la obra, al que yo dedicare el cien por ciento de mi comentario.

 Este enfoque sociológico, nos dice que las Representaciones Sociales de la Infancia son imágenes o percepciones que se tienen de niñas, niños y adolescentes y que permiten una interpretación colectiva. Esta interpretación depende además de los valores y creencias, a través de los cuales se percibe la realidad social.

Las Representaciones Sociales que las personas adultas tienen de niñas y niños, pueden encasillar el actuar en torno a estos y reducir la posibilidad de nuevas propuestas de interacción entre adultos y personas menores de edad, porque estas no son «socialmente aceptadas». (es decir están “Al Revés”).  Cualquier acción o decisión que se tome en torno a las niñas, niños y adolescentes, estará mediada por las representaciones sociales, es decir por la forma de ver y entender a la infancia.

Este enfoque sintetiza cinco visiones que de alguna forma recogen las diversas representaciones sociales de la infancia, en nuestra época:

1).- El paradigma de la propiedad familiar, es decir que hijas e hijos son propiedad de madres y padres.

2).- El valor futuro, que niega su presente y les considera sólo por lo que llegarán a ser.

3).- La infancia como víctima o victimaría, donde niñas y niños son vistos como seres peligrosos, lo que genera desconfianza, estigmatización, criminalización y exclusión de la participación social. (niños en situación de calle)

4).- La infancia como algo privado, que niega su participación en la esfera política y social.

5).- Y por último, la infancia como incapaz o necesitada de ayuda para actuar como agentes sociales, donde niñas y niños son manipulables y psicológicamente débiles.

Estas formas de representación trascienden el tiempo y el espacio, pero claramente reflejan la forma en que la infancia es vista como un hecho social, como aquello que las personas dicen o piensan qué es. La imagen colectiva que de ellas y ellos se elabora, tendráde forma ineludible impacto en las decisiones que afectan a niñas, niños y adolescentes.

Y justamente con relación a esto último, el autor del libro nos lleva a razonar por qué para pertenecer al Reino al Revés, sus discípulos y sus seguidores de todas las épocas, deben ser capaces de modificar las Representaciones Sociales que se tenían y aun se tienen, acerca de los niños y niñas. Nos dice que los discípulos estaban preocupados más por su posición de poder, y que esto los incapacitaba a ser sensibles con los más pequeños. Que los veían como un estorbo y un asunto no prioritario, por lo cual eran marginados.

La Primera Razón que nos da el autor en este capítulo del porque este Reino Funciona al Revés es que “los niños nos muestran el camino para descentralizarnos de nosotros mismos y centrarnos en Dios”. Es decir, para desviar su atención de sí mismos, para que se vacíen de sus ambiciones (porque se dio cuenta que en el camino sus discípulos disputaban, quien había de ser el mayor en el Reino). Para que se den cuenta que lo más importante en este Reino a la Inversa son: ¡los más necesitados!

La Segunda Razónes porque Jesús nos propone a los niños como modelo a seguir para poder entrar y permanecer en el Reino de los cielos. Es decir, que los discípulos tenían que cambiar de actitud, pensamientos y deseos. Volverse a un estado de dependencia, sin orgullo ni ambiciones de poder, de sencillez de corazón.

La Tercera Razón que nos señala el autor es crucial: nos dice que “Jesús nos ha propuesto a los niños como COMPROMISO en nuestra relación con Dios.  COMPROMISO QUE SE DEMUESTRA, como lo señala el autor:

1.- Reconociendo la propia derrota y dando paso a la dependencia de Dios, para poder estar habilitados para ser Sensibles a los que habitan a nuestro alrededor. Marcando aquí el autor hace un gran énfasis, nos dice: “La infancia, para el Reino al Revés tiene una importancia y dignidad intransferibles”

2.- Recibir a un niño en su nombre. Es decir, hacer a los niños y niñas parte de nuestra vida, lo cual apunta el autor, “nos garantiza la promesa de tener a Jesús siempre con nosotros”

3.- No permitir que los niños tropiecen.

Antes de concluir mi comentario y a propósito de esta 3ª Razón, me permito llamar su atención al fenómeno de violencia y muerte en el que esta envuelta nuestra infancia mexicana. Por las representaciones sociales que dominan nuestro entorno, y por la omisión y descuido que ha habido por parte del Estado, no obstante, lo dramático y alarmante del estado de cosas, la mayoría de las personas no tiene pleno conocimiento de la magnitud de este ataque, en contra de aquellos que debían ser, según los criterios del Reino al que pertenecemos, los más protegidos, los más cuidados y los más reconocidos por la sociedad, incluida las iglesias.

Se estima que en México actualmente hay una población de 39.97 millones de niñas, niños y adolescentes entre 0 y 17 años, que representan una tercera parte de la población nacional. Los retos para esta población son enormes, a pesar del avance con la promulgación en 2014, de la Ley General de Derechos de niños, niñas y adolescentes. Entre losprincipales afectados por el contexto de violencia e inseguridad, se encuentran niñas, niños y adolescentes, quienes en muchas ocasiones además de padecer vulneración a sus derechos por su sola condición de edad y desarrollo, son afectados de forma directa por las situaciones de criminalidad, violencia e impunidad que actualmente enfrenta nuestro país.

Para la “Red Mexicana por los Derechos de la Infancia” (REDIM) de la que Prosigue es fundadora y miembro, el balance es totalmente negativo. Ejemplo de ello es qué aun con la gran epidemia de niñez desaparecida,la única respuesta gubernamental fue la omisión y la complicidad. La estrategia de seguridad de las anteriores administraciones impactó negativamente el Derecho a la Vida, a la Supervivencia y al Desarrollo de la infancia y adolescencia, pues de 2007 a 2017 se han acumulado 13,217 asesinatos contra esta población.

La desaparición de niñas, niños y adolescentes en México, puede encontrarse asociada a diversas circunstancias y factores, los cuales están en su gran mayoría asociados a la criminalidad por delitos como trata de personas, o los relacionados con violencia y explotación sexual, tráfico de niñas y niños, así como violencia ejercida por grupos armados y delincuencia organizada. Además, se suma el impacto que tiene la desaparición de familiares en niñas, niños y adolescentes.

De acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) a abril de 2018, 37 mil 437 personas en el país se encuentran en calidad de desaparecidas.

• De acuerdo con el RNPED, 6 mil 614 niñas, niños y adolescentes están oficialmente desaparecidos en Méxicoy representan el 17.7%del total de desapariciones en el país; 6 de cada 10 de estos casos corresponden a niñas y adolescentes mujeres.
• 8 de cada 10 niñas y jóvenes reportadas como desaparecidas se encontraban entre los 13 y 17 años.

Otro tema que fue omiso por el pasado gobierno y que en el actual se prevé se agudizara, son las caravanas migrantes en México. Una crisis humanitaria que fue atendida con la deportación masiva de niñas y niños migrantes y sus familias muestra que “el Estado mexicano está priorizando un hecho administrativo, está siendo dócil a la política migratoria de los Estados Unidos y está violentando la protección internacional reforzada que ameritan los niños y niñas migrantes que vienen solos o con sus familias”.

Nos dice el autor de este excelente libro, “El compromiso con los niños se vuelve más enfático en la exhortación de no permitir que los niños tropiecen”.  A mi parecer, con esta reflexión el autor nos deja un pensamiento y un desafío en nuestro actual contexto, para pensar y accionar con todos los medios a nuestro alcance y ámbito de intervención, a favor de la vida de los niños y niñas de nuestro país.

Traza el final de su pincelada con esta exhortación que viene directamente de estar “pintando” esta obra en la presencia de Dios: “Hagamos de los niños nuestros grandes maestros…hagamos de los niños un compromiso donde involucremos todo nuestro ser y nuestra forma de vivir…y recoge su pincel para terminar diciéndonos: los niños siempre son prioridad para Jesús…La iglesia tiene la tendencia de centrar su ministerio a las personas adultas, ignorando la importancia de la Infancia para Dios.

Francisco Peña

Tlalnepantla, EdoMex. 20 de junio de 2019.

Autor:

Lic. Fransisco Peña es Directo del Programa Prosigue (http://www.prosigue.org)