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¿CÓMO EXPLICARLES SOBRE LA MUERTE?

Por Gabriela Segura Fonseca

ENFRENTARSE A LA MUERTE SIEMPRE REPRESENTA UNA EXPERIENCIA QUE GENERA ANSIEDAD Y CONFUSIÓN.

Más aún, cuando se trata de explicarle a los niños y niñas la muerte de un ser querido. Esta nota brinda orientaciones básicas para entender el proceso de duelo de los niños y las niñas y, a la vez, da pautas para que los adultos puedan manejar el tema con ellos, de la mejor forma posible.

Los niños y las niñas necesitan que el tema de la muerte les sea explicado con claridad y en forma directa. Para esto sugerimos lo siguiente:

Dígales directamente “ha muerto”. Evite expresiones como “ha pasado a mejor vida”, “se fue de viaje y no volverá”, “se ha convertido en ángel y ahora nos ve y nos cuida”, “fue la voluntad de Dios”, “Dios se lleva las flores más bellas para su jardín”, y similares. Ese tipo de lenguaje genera confusión en los niños y niñas, pues no deja claro que la persona no volverá, puede generarles el deseo de irse con quien murió, producirles temor al pensar en fantasmas o desarrollar enojo contra Dios porque se llevó a alguien amado. Los niños/as necesitan entender que la muerte es un hecho definitivo para poder elaborar su duelo.

Puede utilizar un bolígrafo y sacarle el recipiente que contiene la tinta. Explíqueles que éste representa el alma de la persona (lo que la hacía pensar, sentir, hablar y ser quien era) y el resto, ya vacío, representa el cuerpo.

La muerte es la separación del cuerpo y el alma, el cuerpo queda deshabitado, como una cáscara vacía. El cuerpo por sí solo no siente dolor, miedo, hambre, frío ni ninguna otra cosa.

No responda más allá de lo que le preguntan. Ellos preguntan aquello que pueden enfrentar. Darles más información puede generarles ansiedad e impotencia. Si usted tiene creencias cristianas y desea decir que el alma está en el cielo con Dios, asegúrese de explicarlo con claridad para que el niño o niña comprenda que el cielo no es un lugar al que él o ella puede ir cuando quiera ni del que la persona que murió volverá.

Recomendaciones finales

No cometa el error de creer que el niño o niña “no entiende nada”. Aunque realmente no entienda, sí percibe la tensión y el dolor a su alrededor. Explíquele lo que sucede de acuerdo con su edad. Si usted también está sufriendo la pérdida y necesita llorar, puede hacerlo frente a ellos, siempre y cuando les explique que, aunque usted se siente triste está ahí para él o ella.

No permita que su propio dolor le aísle de los niños y niñas. Busque ayuda para usted si es necesario. Si el niño o niña no tuvo la oportunidad de despedirse de la persona que murió, puede sugerirle que haga una carta, tarjeta o dibujo para que le diga sus últimas palabras, o que simplemente le prepare un presente y lo conserve como un recuerdo, si así lo desea.

Asegúrele que el dolor que usted siente es normal, no tiene nada malo y poco a poco irá cambiando. La esperanza en el futuro y la confianza en que cuenta con personas adultas que le aman y protegen será lo más importante.

Autor: Gabriela Segura Fonseca. Psicóloga costarricense, especializada en Intervención en Crisis y Psicotraumatología.

 

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