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Propuesta de solución de conflictos entre padres e hijos adolescentes

Resumen

Las relaciones entre los padres, la posición del adolescente en la familia, las perspectivas de los padres, las normas de crianza influyen notablemente en el desarrollo social del individuo desde su nacimiento. En el período de la adolescencia, estas relaciones entre padres e hijos suelen sufrir cambios que no siempre llevan a conductas adecuadas. En este trabajo se reflejan los resultados que cómo se comporta la solución de conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes en la comunidad de María Victoria.

Fueron analizados los datos aportados por una muestra probabilística donde se muestrearon 22 padres. Se manejaron los conceptos de P. Arés. Se seleccionaron las metodologías cualitativa y cuantitativa. Las técnicas utilizadas fueron la entrevista semiestructurada, el modelo de diagnóstico de la familia y el esquema de evaluación familiar. Donde los resultados fueron que la mayoría de las técnicas utilizadas para la investigación se constata que los padres vivencian diferentes conflictos en las relaciones con sus hijos adolescentes. Los padres intentan solucionar los conflictos que vivencian con los adolescentes.

La solución de los conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes se comporta de manera insatisfactoria. Para lo cual emplean fundamentalmente la estrategia Ganar- Perder, ellos de manera unidireccional en su propósito de buscar solución a los conflictos hacen primar sus decisiones y no toman en cuenta al adolescente.

Palabras clave: Conflicto, adolescente, familia, comportamiento.

Introducción

La familia ha sido objeto de estudio tanto desde el punto de vista educativo como en el ámbito social y clínico. La familia es el punto de intersección entre el individuo y la sociedad. Constituye el espacio por excelencia para el desarrollo de la identidad y es el primer grupo de socialización del individuo. Es en la familia donde la persona adquiere sus primeras experiencias, valores y concepciones del mundo. La familia aporta al individuo las condiciones para un desarrollo sano de la personalidad o en su defecto es la principal fuente de trastornos emocionales. (Arés, P. 2000).

En toda familia se presenta una dinámica compleja que rige sus patrones de convivencia y funcionamiento. Si esta dinámica resulta adecuada y flexible, o sea, funcional, contribuirá a la armonía familiar y proporcionará a sus miembros la posibilidad de desarrollar sólidos sentimientos de identidad, seguridad y bienestar. Cuando se habla de disfunción familiar muchos autores enfatizan en una gran variedad de disfunciones estructurales y dinámicas.

Dentro de estas disfunciones se destacan algunos indicadores disfuncionales como: Fracaso en los papeles parentales y confusión de roles. Conflictos continuos y crisis cíclicas y repetitivas. Fuerte resistencia al cambio. En las familias funcionales y saludables predominan patrones comunicativos directos y claros. Sus miembros suelen expresar de manera espontánea tanto sentimientos positivos como negativos, sus iras y temores, angustias, ternuras y afectos, sin negarle a nadie la posibilidad de expresar libre y plenamente su afectividad.

En las familias saludables predomina, igualmente, un clima emocional afectivo positivo, lo cual, unido a los factores antes apuntados, potencia la integración familiar y eleva los recursos de la familia para enfrentar los conflictos, crisis y problemas que pueden presentarse en distintas etapas a lo largo del ciclo vital evolutivo familiar. Para evaluar un problema familiar es necesario tener en cuenta: dimensiones de análisis, campos de acción, niveles de intervención, contextos de cambio, vías de actuación, selección de técnicas de diagnóstico e intervención.

Todas las personas en algún momento se ven involucradas en un conflicto, incluso puede que estén inmersos en varios conflictos al mismo tiempo. Margherita Brusa, pedagoga y Concha Bonet Luna, pediatra conciben al conflicto como un aspecto que ocupa un considerable lugar en la vida: pensar que se puede pasar sin ello es utópico, lo que sí podemos hacer es aprender a solucionarlo de forma creativa. Nuestra vida es un ejercicio de elección continua, es inevitable que surjan los conflictos con frecuencia. En el presente trabajo se abordan los conflictos interpersonales en el ámbito familiar, con especial atención a la relación entre padres e hijos. Los conflictos no tienen porqué ser por definición desagradables. Tener diferentes visiones de una situación es normal y saludable, se puede convertir su solución en algo fructífero. Del conflicto interpersonal se logra aprender mucho: sobre uno mismo, sobre el otro, sobre el mundo exterior y sobre cómo salir ganando en crecimiento personal y humano. Esto vale tanto para los padres como para los hijos. En tal sentido el trabajo muestra ¿Cómo se comporta la solución de conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes en la comunidad de María Victoria del municipio de Aguada de Pasajeros? Con el objetivo de describir el comportamiento de la solución de conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes en la comunidad de María Victoria del municipio de Aguada de Pasajeros.

El valor teórico de esta investigación radica en que la información obtenida contribuye a apoyar la teoría de la familia desde la ciencia psicológica, se destacan los principales conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes así como las estrategias que emplean para su solución, elementos que contribuyen a que se conozca en mayor medida el comportamiento de estas variables y los resultados pueden sugerir ideas y recomendaciones para futuros estudios. En correspondencia con la perspectiva metodológica se utiliza la metodología cualitativa en esta investigación con el propósito de explorar y explicar las razones de los diferentes aspectos de los comportamientos de estos sujetos. Se busca estudiar la problemática en su contexto natural, intentando sacar sentido de los fenómenos de acuerdo con los significados que tienen para las personas implicadas y la metodología cuantitativa que permite examinar los datos de manera numérica y analizar la relación entre las variables y haciendo una deducción causal que explicó por qué las cosas suceden o no de una forma determinada. Ayudará a conocer en qué grado está afectada la solución de conflictos familiares en padres con hijos adolescentes. El trabajo realiza un recorrido para analizar y sistematizar los fundamentos teóricos asociados a las generalidades de la familia, la adolescencia y sus etapas de transición, así como el conflicto como suceso dinámico del comportamiento humano.

Desarrollo

Algunas generalidades acerca de la Familia

La familia ha sido tema de análisis desde las más diversas disciplinas, pero por ser tan controvertido siempre habrá nuevos ángulos desde donde abordarla. La intención es reflexionar sobre algunos de los procesos que en ella ocurren. Es imposible abordar todas las problemáticas familiares, pues cada familia tiene su historia propia, pero hay motivos y actitudes que en general pueden frenar o contribuyen a la armonía familiar. (Rivero, M 1995). La familia se remonta hasta los primeros momentos del hombre, es el primer núcleo social en el cual todo ser humano participa. Para su constitución requiere del encuentro y relación de dos personas que quieren unirse, en un proyecto de vida común, mediante el afecto entre ellos o hacia los hijos que surgirán de su relación. No es un elemento estático, sino que ha evolucionado en el tiempo en relación con las transformaciones de la sociedad. La familia es un grupo en permanente evolución relacionada con los factores políticos, sociales, económicos y culturales. Según Patricia Arés en el tránsito por su ciclo vital, la familia oscila entre períodos de estabilidad y períodos de cambios, caracterizados estos últimos por contradicciones internas que son necesarias e imprescindibles para propiciar su desarrollo. Estas contradicciones surgen a partir de eventos familiares que constituyen hechos de alta significación para el individuo y la familia, y que provocan cambios en el ritmo normal de la vida familiar, originando momentos de estrés, al tener la familia que enfrentarlos reestructurando sus procederes habituales. A estos momentos de cambio se les denomina crisis familiares. Se han planteado las siguientes etapas del ciclo vital familiar: formación o constitución, expansión o extensión (nacimiento de los hijos, distintas etapas y tareas de atención a los mismos: preescolar, escolar, adolescentes), contracción (los hijos constituyen su propia familia, etapa del nido vacío), disolución (muerte de uno de los cónyuges). Arés, P (2002).

La familia es el elemento de la estructura de la sociedad responsable de la reproducción biológica y social del ser humano. Constituye la unidad de reproducción y mantenimiento de la especie humana y en ese sentido es el grupo que sintetiza la producción de la salud a escala micro social. En ella se satisfacen las necesidades que están en la base de la conservación, fomento y recuperación de la salud. Las principales funciones de la familia pueden sintetizarse en: función biosocial, función económica, función cultural y afectiva, función educativa. También cumple funciones importantes en el desarrollo biológico, psicológico y social del individuo, encargada de la formación y desarrollo de la personalidad y asegura, junto a otros grupos sociales, la socialización y educación de este para su inserción en la vida social y la transmisión generacional de valores culturales, ético – morales y espirituales; como grupo tiene fuerza interna propia que la hace capaz de asimilar las transformaciones del medio social que le es a su vez fuente de su desarrollo. Es un grupo armónico y flexible, teóricamente apto para gestar el desarrollo del individuo sano. Arés, P (2002).

La familia es el más efectivo espacio de contención que tiene el individuo para sobrellevar las exigencias provenientes del propio proceso de su desarrollo, de los otros grupos e instituciones y de la vida social en el cual se encuentra inmerso. Otra cuestión que complejiza la dinámica de la familia son las llamadas familias tras o de segundas nupcias, cuando un nuevo miembro entra a la familia que ya está madura, padrastro madrastra y que por demás no tiene vínculo sanguíneo alguno. Al respecto Patricia Arés señala (1998).

Hay un viejo axioma que dice: Ser padres y madres, es ser compañeros de viaje de los hijos. Este es uno de los grandes poderes de la familia: lograr que ese trayecto sea cómodo, cordial y amoroso. A todas y a todos nos toca elegir qué camino escogemos. (Arés, P 2008).

La adolescencia, cambios importantes en la vida de los hijos

El arribo de los hijos a la edad de la adolescencia es uno de esos momentos de cambios importantes en la vida de toda familia, y por ello es considerado como una crisis transitoria de la etapa de extensión de la familia. Los padres y el propio adolescente se ven en la obligación de modificar su comunicación, la autonomía y dependencia, los roles habituales, así como también va a sufrir cambios su relación intra e interfamiliar, las posibilidades de participación social, las necesidades económicas y el enfrentamiento a los problemas. Herrera, P (2002).

Se ha definido la adolescencia como un período de transición entre la infancia y la adultez. Es el lapso de tiempo en que se produce el largo y difícil pasaje de ser dependientes de otros, a ser un adulto independiente y autónomo. A medida que se va aproximando la adolescencia, las relaciones con los hijos se van transformando, comienza a darse una nueva relación porque ellos van cambiando y los padres también. Existe la idea de que éste es un período negativo por los conflictos, roces y discusiones que se producen entre padres e hijos, cuya causa se atribuye generalmente a la rebeldía de los jóvenes en esta etapa. La adolescencia no es el caos ni una crisis como en ocasiones suele decirse. Es una etapa de la vida que es preciso atender de una manera especial. Se ubica entre los 11-12 años hasta los 16, algunos incluso la consideran hasta los 18. Esto no debe verse con límites rígidos, sino como un período de transición entre la niñez y la madurez que se distingue por la complejidad del desarrollo psicológico que se extiende por casi una década, se caracteriza por significativos cambios biológicos y un estatus social intermedio entre el adolescente y el adulto, ya que el adolescente continúa siendo un escolar, depende económicamente de sus padres, pero posee potencialidades psíquicas y físicas muy semejantes a las de los adultos. Además, en esta edad, se produce una intensa formación de contenidos y funciones psicológicas, entre las que se destaca la identidad personal. (Domínguez 2003).

La adolescencia no es solamente un período de adaptación a los cambios temporales, sino una fase de grandes determinaciones, hacia una mayor independencia psicológica y social. (Pineda, Aliño, 1999). Es característico de esta etapa la necesidad de pasar por vivencias y experiencias que pueden ser riesgosas, ensayándolas activamente, actuándolas para conocer sin «escarmentar por cabeza ajena». Es así como algunos adolescentes quieren probar las relaciones sexuales, la ingestión de alcohol, el cigarrillo, el desafío a la autoridad, como fuente de experiencia propia. Sin embargo, en la medida en que estas conductas se vuelven estables, y se asumen irresponsablemente, ellas estarán reflejando una alteración o formación inestable de su personalidad. Riesgos tales como el embarazo precoz, actividades delictivas, malas influencias, relaciones sexuales prematuras sin los debidos cuidados y precauciones, la tendencia a crear ciertos hábitos, dañinos para la salud, son problemas asociados, a la llegada de la adolescencia y que exacerban con toda razón las ansiedades y temores de los padres. (Arés, P 2002).

El adolescente y sus padres

A la edad en que un padre en Cuba tiene un hijo adolescente, por lo general se es todavía joven, aunque por supuesto, ya no tan joven. Los padres viven una etapa en que se ha culminado el desarrollo profesional o técnico y ya se consolidó un grado de autorrealización personal o frustración de aspiraciones. Es el tiempo en que nuestra pareja, o bien cuajó en una relación satisfactoria o ya existe un divorcio y/o una nueva pareja. (Arés, P 2002). En la base de muchas situaciones difíciles de la crianza hoy, están los siguientes problemas: Los modelos de maternidad y paternidad asumidos culturalmente distorsionan la capacidad de los padres de poner límites. Es necesario elaborar nuevos códigos de amor a los hijos. No es necesario vivir «por» los hijos, ni a través de ellos, sino «con» ellos. En las familias actuales los niños viven en más de una familia o con varias generaciones, lo que a veces complejiza la crianza… (Arés, P; 2002).

Se establecen nuevas formas de relación con los adultos, a veces generadoras de conflictos, y que agudizan las manifestaciones de la llamada crisis de la adolescencia, así como de nuevas formas de relación con los coetáneos, pues la aceptación dentro del grupo se convierte en motivo de gran significación para el bienestar emocional del adolescente. El desarrollo psicosocial es el proceso de aprendizaje del adolescente acerca de sí mismo con relación a los demás. Este le permite alcanzar intimidad, integridad e independencia psicológica y física. Este conflicto adulto-adolescente depende mucho de las relaciones de comunicación entre ellos, sin embargo las crisis, tienen más bien un carácter interno, subjetivo, psicológico y está condicionada vista físico como un adulto y desde el punto de vista social ocupa una posición intermedia, no es ni un adulto ni un niño, tiene necesidades de independencia, pero depende de sus padres y el psicológico, que se traduce en una búsqueda en esta etapa de una identidad personal bien definida. (Domínguez 2003).

Las relaciones del adolescente con el adulto se caracterizan generalmente por su carácter conflictivo y la principal causa de este conflicto es la diferencia de opiniones que existe entre ellos en cuanto a los deberes y derechos. El conflicto puede tener un carácter más o menos agudo en dependencia del manejo y del estilo de comunicación que establezcan los padres con el adolescente.

El conflicto como suceso dinámico del comportamiento humano

El conflicto se describe como un sistema dinámico en el cual los eventos y las comprensiones constantemente reestructuran y reinterpretan el pasado, el presente y el futuro. Como nivel consciente y racional, todos los conflictos pueden ser descritos como teniendo un origen, una dinámica, un proceso y un resultado. El proceso del conflicto tiene un nivel tal de fluidez y complejidad que la trayectoria de un conflicto en particular nunca queda absolutamente fijada desde el inicio hasta el final. Pequeños e inesperados gestos, acciones, pueden crear una gran cantidad de cambios en el resultado. (Fuentes M, 1993).

Ante la palabra «conflicto» inmediatamente aparece un sinónimo, «peligro» en la mente de la mayoría de las personas. Un problema, una crisis, son situaciones de peligro porque presentan acontecimientos poco habituales o desconocidas, conlleva la necesidad de un cambio y la consiguiente «pérdida» de algo, que puede empeorar las cosas. Pero al mismo tiempo brindan la oportunidad de crecer y aprender. Para sostener los conflictos, crecer y aprender de ellos es necesario que la familia sea flexible, esté lo suficientemente cohesionada, su comunicación sea sincera y por último, que cuente con una red social que pueda actuar de apoyo en circunstancias desfavorables. Arés, P 2002.

El conflicto es el elemento dinámico de una situación y su realidad dinámica no queda guardada en un rincón de la personalidad, se mueve, ramifica, crece, trasciende e invade otras áreas de la vida. Produce el cambio social en su doble forma de evolución y revolución, es decir, cambio gradual o brusco. Ayuda a crear y consolidar en el ser humano el principio de la realidad: se sabe que el niño pequeño es egocéntrico, no admite contradicciones, ni limitaciones y quisiera que el medio respondiera en todo. De ahí el fenómeno del capricho o irritabilidad. Pero al cabo de múltiples choques contra la realidad aprende poco a poco a reconocer límites y necesidades, así como los derechos ajenos.

Algunos resultados de la investigación

En la mayoría de las técnicas utilizadas para la investigación se constata que los padres vivencian diferentes conflictos en las relaciones con sus hijos adolescentes. Experimentan que los adolescentes apenas se comunican con ellos, a pesar de que por su parte conversan y explican en detalles como deben comportarse. Se hace evidente la presencia de sermones: discurso para reprender, amonestar, aconsejar e incluso para brindar información a los adolescentes que generalmente carecen de efectividad. Lo más importante en esta etapa de desarrollo es demostrar con hechos lo que se quiere transmitir, empleando el diálogo, utilizar frases auténticas, claras, francas y lo suficientemente argumentadas como para ser aceptadas y comprendidas. Prevalecen en las relaciones de los padres con los adolescentes las emociones negativas, expresiones de malestar, indiferencia, tristeza. En las relaciones de los padres con sus hijos adolescentes los padres sienten que existen opiniones antagónicas, que las informaciones ofrecidas se interpretan de manera diferente, que lo que para ellos es digno de mérito o respeto, los juicios, las respuestas a las demás personas, el compromiso con las metas trazadas carece de significación para sus hijos. Prevalecen insatisfacciones por la escasa participación de los adolescentes en las labores hogareñas. No existe tendencia a la realización conjunta, ni a la cooperación, se evidencia sobrecarga de roles., no se realiza adecuada distribución de las tareas domésticas. Los límites que se establecen por parte de los padres en ocasiones son difusos, poco claros o suelen ser demasiado flexibles o rígidos. Se evidencia también la presencia de intereses contrapuestos, que los padres conciben como expresiones de desacuerdo constante.

Los padres vivencian la presencia de conflictos de relación, de información, de valores, estructurales y de intereses en las relaciones con sus hijos adolescentes. Los padres intentan solucionar los conflictos que vivencian con los adolescentes. Para lo cual emplean fundamentalmente la estrategia Ganar- Perder, ellos de manera unidireccional en su propósito de buscar solución a los conflictos hacen primar sus decisiones y no toman en cuenta al adolescente. Por tanto no son capaces de dar una solución verdadera a los conflictos porque resolver un conflicto supone tener en consideración las necesidades de los implicados, fortalecer las relaciones entre los participantes y favorecer el crecimiento personal de todos.

La solución de los conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes se comporta de manera insatisfactoria, en tanto no se buscan alternativas de solución satisfactoria entre todos los participantes, no se solicita la colaboración ni el acuerdo mutuo entre los implicados en el conflicto. Se intenta dar solución desde la posición preponderante de los padres, no se valoran las necesidades de los adolescentes, no se toman en cuentas las características de su etapa de desarrollo, no se trabaja en función de mejorar las relaciones entre todos ni se da espacio al crecimiento personal de los participantes.

Conclusiones

La solución de los conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes se comporta de manera insatisfactoria. Ellos con la finalidad de propiciar soluciones, se quedan en el intento, en tanto pretenden encontrar una sola salida, desde su posición en un solo sentido quieren resolver el conflicto a su favor. Esto no constituye una real solución por cuanto resolver un conflicto supone satisfacer las necesidades de todas las personas, fortalecer las relaciones y favorecer el crecimiento personal de todos los implicados.

Los principales conflictos que vivencian los padres con sus hijos adolescentes son. de relación, de información, de valores, de intereses y de carácter estructural. La principal estrategia que emplean los padres en la búsqueda de solución a los conflictos que vivencian con sus hijos adolescentes es la de Ganar-Perder, la cual supone intentar resolver el conflicto a su favor.

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Autores: MSc: Ricardo León Hidalgo: rleonh@ucf.edu.cu; Filial Universitaria Municipal Aguada de Pasajeros. MSc: Célida Mujica Caicoya: cmujica@ucf.edu.cu; Filial Universitaria Municipal Aguada de Pasajeros.

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